Movilidad global

One Big Beautiful Bill Act: Implicancias en la movilidad global

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La reciente aprobación de la One Big Beautiful Bill Act de Estados Unidos (OBBBA – Gran y Hermoso Proyecto de Ley) tiene implicancias significativas en materia de impuestos internacionales para empresas globales, por lo que es necesario que tanto empleados como empleadores la conozcan. Para los profesionales expatriados, la OBBBA es tan relevante por lo que no incluyó (la tributación territorial de ciudadanos y el “impuesto de represalia” a no residentes), como por lo que sí incorporó: el aumento temporal del tope de la deducción de impuestos estatales y locales (SALT - State and Local Tax) y el impuesto sobre ciertas remesas al exterior.

Las disposiciones de la OBBBA relacionadas con la movilidad global merecen una revisión detallada y un modelado de costos para empresas internacionales, a fin de comprender mejor cómo estos cambios pueden afectar a su población de empleados en el exterior. Las disposiciones incluidas pueden dividirse en dos áreas clave de impacto: aquellas que afectan el costo empresarial de la movilidad global y aquellas que impactan en la experiencia del colaborador.

Costos impositivos para la empresa

Deducción SALT

El aumento del tope de la deducción SALT hasta US$40.000 en 2025 aplica a individuos que ganan hasta US$500.000, reduciéndose gradualmente hasta un piso de US$10.000 para quienes ganan US$600.000 o más. Los umbrales de límite y reducción gradual aumentarán anualmente un 1% hasta 2029, y luego el límite volverá a US$10,000 para 2030 y años posteriores, sin una reducción gradual de ingresos.

Este cambio permitirá que muchos colaboradores se beneficien de una reducción en su obligación tributaria federal mediante deducciones detalladas superiores cuando excedan la deducción estándar. Esta reducción impactará en el costo de asignación de impuestos para empresas con colaboradores estadounidenses bajo esquemas de igualación fiscal, ya que reduce la retención hipotética de impuestos que la empresa realiza al colaborador. La reducción de la retención hipotética, tomada como deducción contra los ingresos, resultará en un aumento correspondiente del ingreso imponible en el país donde trabaja el colaborador. Esto, incrementará los gross-ups[i] impositivos y el costo de asignación de impuestos asociado.

Consideremos, por ejemplo, a un empleado estadounidense con igualación fiscal trabajando en el Reino Unido con ingresos sujetos a retención fiscal hipotética federal a una tasa marginal del 32%. El aumento de la deducción SALT de US$10.000 a US$40.000 reducirá la retención fiscal hipotética en US$9.600 con el correspondiente gross-up impositivo, aplicable al 45% del impuesto sobre la renta del Reino Unido más Seguridad Social y Medicare de Estados Unidos, por un costo fiscal aproximado del 100%. El cambio podría desencadenar un aumento en el costo impositivo para la empresa de aproximadamente US$20.000 por año.

Deducción por pago de horas extra

La OBBBA creó una nueva deducción “por encima de la línea” de hasta US$12.000 por pago de horas extra calificadas para individuos (US$25.000 para quienes presentan en conjunto), lo que podría impactar a empleadores con expatriados estadounidenses cuyos términos de empleo contemplan horas extra bajo la Ley de Normas Laborales Justas (Fair Labor Standards Act), incluyendo miembros de sindicatos. Esto significa que ciertas industrias pueden verse más afectadas. Esta disposición se elimina gradualmente a partir de un ingreso de US$150.000 para los individuos.

Como en el ejemplo anterior, la pérdida del impuesto hipotético sobre estos ingresos, sumado a la tributación en el exterior de esos ingresos por horas extra, aumentará el ingreso imponible en el país anfitrión y generará un mayor costo impositivo para la empresa.

Gastos de mudanza

La OBBBA también hace permanente la tributación de los gastos de mudanza para colaboradores (excepto para quienes trabajan en inteligencia), eliminando la esperanza de que este cambio introducido por la Ley de Recortes de Impuestos y Empleos (TCJA - Tax Cuts and Jobs Act) de 2017 caducara y volviera a hacer estos costos no gravables.

Impacto en la experiencia del colaborador

A partir de 2026, se aplicará un impuesto del 1% sobre las remesas de dinero desde EE.UU. hacia jurisdicciones extranjeras, lo que puede afectar a los empleados que se mudan al país y envían dinero a sus países de origen, por lo que los equipos de movilidad deben revisar este cambio para determinar el posible impacto en sus colaboradores.

Sin embargo, en una modificación significativa respecto a borradores anteriores, el impuesto solo aplica a “instrumentos físicos” como efectivo, giros postales y cheques de caja, por lo que el método de remesa será clave para mitigar la exposición al impuesto. No aplica a transferencias desde cuentas bancarias estadounidenses ni a tarjetas de débito o crédito emitidas en EE.UU. Por lo tanto, los colaboradores que realicen transferencias a destinatarios extranjeros donde los bancos y otros medios electrónicos sean menos populares se verán más afectados que quienes transfieran entre instituciones financieras.

Para empleadores que acuerden cubrir los costos de remesas extranjeras para empleados expatriados mediante asignaciones o reembolsos directos de comisiones de transferencia, los colaboradores cuyas transferencias estén sujetas al impuesto podrían solicitar el reembolso, haciendo que el costo de la asignación internacional sea aún más caro para el empleador.

¿Qué quedó fuera del proyecto final?

Habiendo servido como herramienta de negociación para el gobierno en la aplicación de las disposiciones del Pilar 2 de la OCDE en multinacionales estadounidenses, la propuesta de impuestos de represalia en la Sección 899 sobre “impuestos extranjeros injustos” fue eliminada de la versión final de la OBBBA.

Esta disposición proponía aumentar las tasas impositivas para contribuyentes no residentes hasta el 20% sobre ingresos de fuente estadounidense, aunque limitado a ciertos tipos de transacciones inmobiliarias sujetas al régimen FIRPTA (Ley del Impuesto Sobre Inversiones Extranjeras en Bienes Inmuebles - Foreign Investment in Real Property Tax Act) y pagos de ciertos tipos de ingresos de fuente estadounidense que no estén efectivamente conectados con la realización de un negocio en EE.UU.

A pesar de la promesa de campaña del presidente Donald Trump de detener la “doble imposición” de ciudadanos residentes fuera de EE.UU., la transición hacia la tributación territorial de ciudadanos estadounidenses no fue incluida en la ley.

Una propuesta de principios de 2025, antes de que se pusiera en marcha la OBBBA, incluía disposiciones que habrían excluido a ciudadanos estadounidenses del alcance del impuesto federal mundial de Estados Unidos si residían fuera del país durante al menos tres años fiscales completos. La ausencia de este cambio significa que los ciudadanos estadounidenses siguen siendo gravados sobre sus ingresos mundiales sin importar dónde residan y trabajen, con mecanismos como el crédito fiscal extranjero y/o la exclusión de ingresos obtenidos en el extranjero para mitigar la doble imposición efectiva.

El panorama general

Así como muchos contribuyentes verán que la OBBBA reduce su carga tributaria federal anual, los colaboradores con movilidad internacional también verán beneficios en su situación fiscal, ya sea que trabajen en EE.UU. o en el exterior bajo un esquema de igualación fiscal donde se les mantiene la misma carga tributaria estadounidense que tenían previamente. Para los empleadores, el ahorro para los colaboradores se traducirá en un aumento de los costos impositivos por el incremento de ingresos sujetos a impuestos extranjeros y mayores gross-ups impositivos. Las empresas deberían planificar desde ahora para el posible aumento de costos cuando las modificaciones de la ley entren en vigor.

 

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i. El término grossing up implica que una persona humana o jurídica domiciliada en el país se hará cargo -sin deducirlo de los montos abonados- del pago del impuesto a las ganancias que debía pagar la empresa o colaborador con domicilio en el extranjero. En este artículo, implica que la empresa absorbe el impacto del Impuesto a las Ganancias sobre los salarios de sus colaboradores expatriados.